Noruega cierra los ojos ante crímenes de guerra, pisotea el derecho internacional humanitario y se comporta de manera que contraviene todos los tratados internacionales.
Noruega es parte de un esfuerzo internacional para construir un amplio gobierno de unidad palestino, con naciones occidentales apuntando a que la Autoridad Palestina juegue un papel clave en ello.